Dos mujeres besándose - Egon Schiele |
-¿Cómo lo has conseguido, Laura?.-le dijo Clara asombrada.
-Cada vez que colocaba o pintaba algo pensaba en qué cara pondrías.
Después de dos años en Inglaterra Clara había vuelto, a veces temía que Laura ya no la amara, pero ella, en cambio, le había recibido con la sorpresa más maravillosa, un hogar de cuento de hadas hecho a la medida de las dos. Se fundieron en un abrazo cálido y sensual y decidieron estrenar la cama hecha de rayos pálidos de luna. Cuando emergieron de aquel mar de sábanas de seda, sonrieron y se abrazaron, miraron el techo en el que empezaban a aparecer las primeras estrellas.
-No necesitaría salir nunca de aquí.-le dijo Clara muy bajito. Has creado un paraíso y contigo tengo más que suficiente.
-Pues no salgamos.-le dijo Laura juguetona.
Clara era feliz, por fin, después del infierno en otro país sin ella, pero tenía miedo, algunas noches eran muy largas y su cama estaba muy fría, hubo otras, unas cuantas. ¿Y si no podía perdonarla? ¿Podría romperse esta perfecta burbuja de felicidad? Clara tomó el dulce rostro de Laura entre las manos, esa mirada limpia, esa sonrisa sincera, si le dijera la verdad la destrozaría. No podía. Cerro los ojos y la besó tiernamente mientras decidía callar para siempre sus múltiples engaños.
El hogar de los sueños es un relato de Patricia Mariño.
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Me gustó, creo que es el dilema de muchos. Cuando tienen el coraje de empezar otra etapa de su vida, al lado de la persona adecuada con la cual obtienen el lugar de sus sueños , es duro confesar lo que hicieron antes, pero también es duro no hacerlo. Eso te persigue toda la vida si te quedas en esa relación.
ResponderEliminarSaludos.