Pages

5 de septiembre de 2014

El asesinato como diversión, de Fredric Brown


Título original: Murder can be fun
Editorial: RBA Libros (El Pais)
Género: Novela negra
Traductora: María de Nardi
Páginas: 224
Publicado por primera vez en 1948
ISBN: 9788490061367

Mi resumen

Papa Noel acaba de cometer un asesinato en un despacho situado en Brodway. Evidentemente no es el Papa Noel que nos trae los regalos (a los que nos hemos portado bien durante todo el año), sino un asesino disfrazado. Pese a la parafernalia de la vestimenta, nadie notó un comportamiento que llamará la atención, quizá porque se trata del barrio con la mayor cantidad de excéntricos por metro cuadrado del mundo buscando una oportunidad como actor. El caso es que llegó, disparó y se fue sin más. Cero pistas y portada al día siguiente en todos los rotativos de la ciudad.

Bill Tracy trabaja en una radio neoyorquina como guionista de una radionovela de éxito. Nuestro protagonista vive asqueado y abusa en exceso del alcohol, porque aunque se gana bien la vida escribiendo culebrones, piensa que está desperdiciando su talento. En los últimos meses está preparando una serie de guiones cortos para hablar con los directivos de la emisora y ver si ven factible hacer un nuevo programa de radio. El espacio se llamaría El asesinato como diversión, y sería un programa en donde los oyentes deberían resolver unos crímenes imaginarios. Bill tiene unos cuantos borradores de lo que serían los primeros casos, pero todavía no se lo ha comentado a nadie y menos a su jefe, puesto que todavía le quedan por pulir algunos detalles.

Cuando Tracy lee los periódicos y ve lo del asesinato a manos de Papa Noel, no se lo puede creer. Precisamente ese asesinato era el que quería utilizar si algún día le daban luz verde a su proyecto de El asesinato como diversión. O lo que es lo mismo, ese asesinato lo había escrito él con anterioridad, para ser más precisos el día antes de que se llevara a cabo el macabro homicidio. Pero todavía hay más, resulta que la víctima es su propio jefe. ¿Se trata de una coincidencia? Si nadie conocía el guion de Tracy, ¿por qué el asesino lo ejecuta de la misma manera que había inventado él?

Tracy es un manojo de nervios, no sabe que puede haber pasado y duda si contarles a la policía lo del guion del Papa Noel asesino. Pero lo más increíble está todavía por llegar. Al día siguiente se descubre el cuerpo sin vida de su portero, asesinado por la espalda con un puñal y escondido en la caldera del edificio. Tracy está alucinando, él tenía escrito un borrador en el que exactamente un asesino mataba a un portero y ocultaba el cadáver de la misma forma. Una coincidencia vale, pero dos, no tiene sentido. Tiene que haber alguna conexión entre ambos casos y todo apunta a los guiones de El asesinato como diversión. Cuando la policía se persona en el edificio de Tracy para investigar el asesinato del portero, nuestro protagonista le cuenta a la policía lo de sus guiones. Tracy desde ese momento está en el punto de mira de la policía, pero todavía no pueden probar nada. ¿Qué pasara si de nuevo el asesino vuelve a actuar, tomando como referencia los otros guiones que tiene escritos Tracy? Nuestro héroe necesitará convencer a la policía de que él no tiene nada que ver con los crímenes, por inverosímil que parezca.



Así comienza El asesinato como diversión:


En Estados Unidos hay pocas calles por las que un hombre puede pasearse llevando una máscara, sin llamar demasiado la atención. La calle de Broadway, en Manhattan, es una de ellas; Broadway ha llegado al extremo de la más pura inocencia.

El hombre de la máscara se había apeado de un coche aparcado en la esquina de Broadway con una de las calles cincuenta y muchos. Un buen número de personas lo debieron ver bajar del coche, pero daba igual. De hecho, aunque mas tarde la policía hubiera logrado seguirle la pista hasta ese vehículo, también habría dado igual. Era un coche robado; además, no habrían denunciado el robo hasta al cabo de varias horas.
En pleno diciembre nadie se habría fijado en su brillante traje rojo. Pero bajo el sofocante sol de agosto, atrajo unas cuantas miradas curiosas de los peatones que pasaban a su lado. Algunos se aventuraron incluso a girar la cabeza en su dirección, y preguntarse por qué no llevaba un cartel publicitario colgado a la espalda. Sin duda tenía que estar vendiendo o anunciando algo. Nadie que estuviera en su sano juicio llevaría un pesado traje de Papa NoeI en agosto, a menos que estuviera vendiendo o anunciando algo.


Hay muchos fragmentos que me han gustado, pero este que vais a ver a continuación muestra a la perfección el tono ácido y socarrón de la novela:

Tenía la boca como si fuera cuero seco y cuarteado. Todo lo que le importaba en este mundo era beber un sorbo de agua fresca: dos o tres litros de agua fresca. (Página 127)




Mi opinión

Una gozada de novela. Me ha encantado. Tiene un toque de humor negro buenísimo y la forma en la que está narrada es muy desenfadada. Salvando las distancias me ha recordado a las mejores novelas de misterio de Agatha Christie. Es fresca, dinámica y adictiva, no le sobra ni le falta nada. Los diálogos son creíbles y amenos. La única pega que le encuentro es que el protagonista bebe como un cosaco, pero se le puede perdonar porque entra dentro del contexto de la novela al estar bastante asqueado con su trabajo. No conocía a Fredric Brown y como se vuelva a cruzar en mi camino lo volveré a leer sin dudarlo. En fin, como veréis, estoy intentando transmitir que me ha gustado cantidad la novela y espero que haya quedado claro. Si tenéis oportunidad leedla que os va a sorprender muchísimo.


Nota: 8/10



6 comentarios:

  1. Ahora siento que necesito leer éste libro para seguir funcionando hahaha suena bastante interesante, intentaré conseguirlo. Gracias por tan buena reseña :D

    ResponderEliminar
  2. Como asiduo lector de Ciencia Ficción Fredric Brown es uno de mis viejos conocidos.La sorpresa es encontrarlo jugando en el campo de la novela negra, aunque, por el breve fragmento inicial que has publicado rapidamente se adivina al Brown de siempre... El mismo que nos hiciera reir francamente desde los tiempos de "Marciano vete a Casa!". Será cuestión de ir a buscar a este!

    ResponderEliminar
  3. Hola. De Brown solo he leído una novela "Llama 3-1-2" y me gustó mucho. La que comentas en tu entrada tiene buena pinta así que intentaré leerla también. Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. La verdad es que no me termina de llamar.
    Te sigo y te invito a que te pases por mi blog.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Brown es un autor de primera. Pese a que la novela que reseñas es de los años cuarenta del siglo pasado sigue igual de fresca. Quizá le pesa un poco la censura de su tiempo (las relaciones del héroe con los dos personajes femeninos muestran el puritanismo de la época, el cual Brown aceptaba con tal de vender bien sus libros). Recomiendo los cuentos de fantasía y ciencia-ficción de este autor: son ingeniosos, inesperados y llenos de humor.

    ResponderEliminar