Memento mori, de César Pérez Gellida

Editorial: Suma de letras

Género: Novela negra, Thriller

Publicado por primera vez: 2013

ISBN:  9788483654538

Páginas: 584

Mi opinión

El género con el que más disfruto (aparte de los clásicos) es sin duda la novela negra. Cuando lees tanto libros, en los que en la mayoría de los casos, hay que resolver uno o varios asesinatos, llega un momento en que te ves venir cual va a ser el próximo paso del asesino. Pues bien, eso no me ha sucedido con Memento mori. No sé exactamente como lo ha hecho el autor, pero en varias ocasiones me ha sorprendido y descolocado por completo. La verdad es que la novela ha superado todas mis expectativas. Había oído hablar bien del libro, pero como una de mis manías literarias (manía tonta donde las haya) consiste en intentar no leer nada que esté ambientado en la actualidad, lo tenia en modo stand by. Ahora me alegro de que la espera no haya sido excesivamente larga (lo he leído un par de meses después de comprarlo) porque es una novela excelente y además se lee sola. Otra cosa no pero, ¿sabes la cantidad de asesinos que he conocido durante todos estos años? Pues ya te digo yo que han sido unos cuantos. He leído a un montón de autores clásicos y contemporáneos del género negro y criminal: Chandler, Macdonald, Hammett, Himes, McCoy, Vazquez Montalbán, M. Cain, McBain, Thompsom... y la verdad es que no recuerdo un asesino tan despiadado y calculador como el sociópata de Memento mori: Augusto Ledesma. Lo del apellido no sé si será un homenaje de Pérez Gellida al gran Francisco González Ledesma, pero yo me voy a imaginar que si.

Augusto está a la altura de uno de los personajes más odiados de la literatura: el siniestro y amoral, Tom Ripley. El carismático y atroz hijo literario, de la escritora estadounidense, Patricia Highsmith, es un personaje tan complejo, ambiguo y singular, que ocupa por méritos propios un lugar destacado dentro de lo que son los asesinos célebres de ficción. Augusto Ledesma, es un muchas facetas distinto a Tom Ripley, pero también (a pesar de ser un autentico hijo de puta) tiene ese toque de genialidad que lo hace diferente, y por tanto, merece entrar en el olimpo de los asesinos célebres.

Lo mejor de todo es que Memento mori es solo el primer volumen de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne. Así que no me va a quedar mas remedio que leer los otros dos volúmenes: Dies iraes y Consummatum est. Para ver como continua la letal y espectacular carrera criminal de Augusto Ledesma.

Si algo me hace abandonar una lectura a las primeras de cambio es un comienzo flojo o insípido. Eso en la novela negra tendría que estar penado por ley. La verdad es que en Memento mori pasa todo lo contrario. La novela tiene un comienzo espectacular. Desde que leí El Niño 44, de Tom Rob Smith, no había vuelto a leer un primer capitulo tan magistralmente macabro.

De la trama no quiero desvelarte nada, porque es una novela en la que desde el minuto uno están pasando cosas. De todas formas, si quieres leer la sinopsis, aquí te dejo la que viene en la propia web de César Pérez Gellida.
Ya que se trata de una lectura bastante actual y se lo está leyendo mucha gente, no quiero hablar más de la cuenta no se lo estropee a alguien. Sin ir más lejos, vía Twitter me enteré el otro día de una iniciativa que están promoviendo unos bloggers para leer conjuntamente la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne. Estos compañeros han creado el siguiente hashtag (etiqueta) para quien quiera comentar las novelas mediante tuits: #LecturaTrilogíaPérezGellida. Si quieres más información visita estos dos blogs: En busca de Mr. Darcy y Cuéntate la vida.



Así comienza Memento mori 

El vaho no le permite ver con nitidez a través de la bolsa a pesar de ser transparente. El calor y la humedad se manifiestan en forma de sudor que nace en la frente y discurre por la cara en varios afluentes para terminar desembocando en el calcetín que tiene metido en la boca, hasta la campanilla. Hace ya tiempo que a Mercedes no le queda fuerza física ni psíquica como para pensar en que va a poder liberarse de la silla de madera en la que está sentada.
El parte de daños que le devuelve el cerebro no presenta cambios con respecto al último: dolor agudo en la frente, tumefacción en las muñecas, molestia en aumento en los hombros, agarrotamiento de la espalda, pinchazos en las cervicales, fatiga en el cuello y piernas totalmente dormidas.
Calor y humedad.



Curiosidades

Además de disfrutar como un enano con la novela, me lo he pasado genial escuchando la banda sonora del libro. Entre otras cosas porque me gusta casi la totalidad del repertorio y porque soy muy fan de Héroes del Silencio, y Depeche Mode es mi grupo favorito. Si eres asiduo a mi bitácora, recordarás que hace aproximadamente un mes publiqué una entrada en la que se podía escuchar la banda sonora de El umbral de la eternidad, En el caso de la novela de Follett, tuve que buscar personalmente todas las canciones que aparecen en el libro (hasta un total de 52) y luego las incluí en dos listas de reproducción: una en Spotify y otra en YouTube. En el caso de Memento mori, el propio autor lo ha puesto fácil y es él quien ha recopilado, tanto en el libro como en una lista de reproducción, toda la música que aparece en la novela.

Pongo aquí el playlist con la BSO de Memento mori por si quieres escucharla (hay varios temazos) :






Aquí puedes ver el book trailer del libro, que muestra principalmente los lugares y escenarios en los que transcurre la novela.

Otra curiosidad, aunque esta no viene en la novela, es que puedes seguir a los personajes de Memento mori en Twitter. No sé si habrá sido el propio César o algún lector, pero el caso es que en la red de los 140 caracteres existen estos perfiles de los personajes principales:

Ramiro Sancho @RamiroSancho    

Augusto Ledesma @ledesma_augusto

        

Carapocha @ArmLopategui   

 Erika Lopategui @ErikaLopategui

Nota

9 de 10



En fin, eso es todo, espero haber despertado tu curiosidad por esta magnifica novela, y que la acabes leyendo si tienes oportunidad. Estoy completamente convencido que te va a gustar.