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16 de octubre de 2016

Peste en Breslau, de Marek Krajewski



Título original: Dżuma w Breslau
Editorial: RBA
Género: Novela Negra
Traductor: Jerzy Slawomirski
Páginas: 240
Publicado en 2007



La forma y el fondo 

Puede que el requisito más importante en un libro sea que esté bien escrito. La forma es algo fundamental, si un libro está bien escrito da igual que sea denso o que la historia flojee un poco. Pero si hay algo que me atrae en la literatura es encontrarme con alguna sorpresa en la trama o con algo que no esté ya contado hasta la saciedad. Muchas de las novelas que he leído puede que no estén escritas de una forma brillante, algunas incluso puede que sean bastante simplonas, pero la originalidad y la historia, para mi juegan un papel fundamental. Peste en Breslau en un buen ejemplo de lo que acabo de decir, aunque en este caso me refiero más a la historia que cuenta, que a cómo está escrita. No es que la calidad literaria sea escasa, que va, ni mucho menos, más bien todo lo contrario. Lo que sucede es que la historia es tan bestia y el protagonista tan atípico que esas dos cosas resaltan por encima del resto. 




Resumen

Lo primero que conocemos del protagonista del libro, el suboficial mayor Eberhard Moch, es que acaba de despertarse medio desnudo en un bosque con una resaca de tres pares de narices. Mira que he leído novelas negras, policíacas, de detectives y thrillers, y nunca había leído un comienzo tan extraño. Ese suceso podría ser anecdótico, pero es que además de eso, enseguida se nos informa de que Moch tiene entre otros vicios el de ser un jugador, bebedor y putero. Con estos mimbres cualquier lector estaría predispuesto a pensar mal de nuestro peculiar héroe. Sin embargo conforme avanza la novela es imposible no cogerle cariño a Moch ya que aunque sus formas y métodos son muy arcaicos y primitivos, el suboficial está de parte de los más desfavorecidos.

Volviendo a la trama, os cuento que Moch está en la brigada anti-vicio y se conoce a todas las señoritas de compañía de Breslau. Estamos en la década de los años 20 del siglo pasado, en una de las grandes ciudades de la República de Weimar (Alemania). Desde la brigada criminal se ponen en contacto con Mock porque acaban de encontrar muertas a dos prostitutas. Lo más curioso de todo es que conforme avanza la investigación, parece que el principal sospechoso de los asesinatos es el propio Eberhard Moch. El se defiende diciendo que se trata de una trampa, pero lo tiene bastante crudo para demostrar su inocencia.

De forma paralela a la investigación del asesinato de las dos meretrices, se ubica otra historia que va paralela a la trama principal. Se trata de una secta de misántropos que están actuando desde la sombra para ir eliminando a las personas más desfavorecidos de la sociedad. Según esta secta de asesinos, los mendigos, enfermos y prostitutas, se merecen la muerte para poder así construir un mundo mejor.

Llega un momento en el que las dos tramas se unen y empezamos a encontrar respuestas a muchas preguntas que se van planteando durante la lectura.




Fragmento


Breslau, jueves, 15 de mayo de 1913, 

a las dos y cuarto de la madrugada 


Se encaramaba por la escalera de hierro colado que rodeaba, como una espiral, el cuarto de máquinas de la compañía de aguas Am Weidendamme. A su alrededor traqueteaban los volantes, chirriaban las grúas, silbaban las bombas de agua y los generadores. Le faltaba oxígeno. Le marearon el movimiento monótono y las incontables vueltas que había dado su cuerpo desde que había puesto el pie en el primer peldaño de la escalera de caracol. Sus dedos se aferraban a la rejilla metálica que, junto con el pretil, lo protegía de la caída y de una muerte segura en las entrañas de aquel monstruo de hierro que, exhalando vapor, inyectaba agua potable en las arterias de la ciudad. La mirada del hombre se deslizó por los relieves con los nombres de los fabricantes que adornaban las máquinas relucientes por el aceite. Pfeffke, Woolf, Ruffer, Zoelly… Las letras centelleaban ante sus ojos cansados. 
Finalmente, llegó hasta la torrecilla con forma de casita que coronaba el edificio. Se detuvo por un instante, jadeando. El guardia de noche, uniformado y con una gorra muy parecida a la de los policías, miró al recién llegado con indiferencia y desvió la vista. Ni siquiera reaccionó cuando el hombre, sofocado, abrió la ventana para salir al abrupto tejado de la torre de las aguas. Las suelas de sus botas de montaña resbalaron peligrosamente sobre la chapa de cobre.



Opinión

A mi me ha encantado. Igual puede chocar un poco el personaje del policía putero porque es lo peor. Sin embargo yo lo encuentro muy original. El libro tiene un par de pasajes un poco escatológicos, pero dentro de lo sórdida que es en muchas ocasiones esta novela no desentona ni escandaliza. Creo que la ambientación está muy lograda. Lo creo, porque no tengo ni puta idea de como sería Breslau en aquella época, pero siempre he oído y leído que en la Republica de Weimar había mucho vicio y juerga. Para mi es una de las mejores lecturas de esté 2016. El autor ha escrito cinco novelas más de este inspector, ambientadas todas en Breslau (ahora Breslau es de Polonia, pero en esa época pertenecía a Alemania) y por lo menos se que hay otras tres obras traducidas. Intentaré leer alguno de esos libros porque este me ha dejado un inmejorable sabor de boca. Eso si, es mejor estar precavido y no os voy a engañar. No se trata de una novela para todos los públicos. Habrá gente que odiará al protagonista, a otros les parecerá una broma de mal gusto, pero de lo que podéis estar seguros es de que no os dejará indiferentes. Para mi ahí esta todo el meollo de la cuestión. En un mundo donde todo dios lee lo mismo, se comporta de la misma manera y piensa de forma casi idéntica, encontrase con una lectura tan rompedora, diferente y única, es simple y llanamente, la hostia.


Nota 

8 de 10


8 comentarios:

  1. ¡Hola!

    Vale, me has convencido totalmente. O sea, tengo ganas de leer algo totalmente diferente y con un protagonista que no haya visto antes, así que... buah, simplemente me lo quedo.

    ¡besos!

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    1. Hola Irene. El tipo es raro de narices, estrafalario y pendenciero. Y aun así tiene un encanto muy peculiar. Saludos.

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  2. También soy parte de la iniciativa seamos seguidores y te sigo desde http://eltiempoliterario.blogspot.com.es
    Nos leemos ^^

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    1. Tienes un blog muy chulo. Lo único que no soy de ninguna iniciativa, pero que eso es lo de menos. Gracias por pasarte y por seguir el blog. Saludos.

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  3. Hola !
    Gracias por pasar por mi blog, aquí me quedo te sigo también!

    saludos !! bello blog

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    1. Hola Kosmish. Muchas gracias por molestarte en comentar y por hacerte seguidor. Nos leemos :)

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  4. Hola!! pues lo buscare, su personaje tan humano y jodido me encanta, ya te contare si me gusto, por cierto ya tengo varios libros en mi lista de pendientes gracias a ti.

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    1. Hola. Me pasé por tu blog y me hice seguidor. Pensaba que ya lo era pero se ve que no. Me alegra ver que te sirve alguna que otra sugerencia del blog. Muchas gracias por el comentario. Saludos.

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