28 de septiembre de 2016

Libros convertidos en fuentes



Libro fuente en Budapest. (vía)


A veces, mientras organizo mis tableros en Pinterest, me vienen ideas a la mente para hacer alguna entrada. Sin ir más lejos, hace un par de días encontré un par de imágenes en las que salían dos estupendas fuentes en las que se homenajea a los libros. Una de esas fotos es la famosa fuente de Cincinnati, la otra, era una que todavía no había visto y que como pude comprobar después de investigar un poco se encuentra en Hungría. La verdad es que como el libro es una fuente inagotable de sabiduría, pensé que no estaría mal seguir buscando fuentes de este tipo y cuando las tuviera todas enseñarlas en un post. El resultado de la búsqueda es el siguiente:


Libros convertidos en fuentes



Fuente de la biblioteca pública de Chattanooga,
Tennessee, Estados Unidos. 
(vía)




 Fuente de libros en la Universidad Anderson,
Carolina del Sur, Estados Unidos. 
(vía)

 Fuente de Libros, Via degli Staderari, Roma, Italia. (vía)

Una inusual fuente con la forma de un libro abierto,
situada en Gulhane Park, junto a los jardines
del palacio de Topkapi, Estambul,Turquia. 
(vía)


Fuente en la biblioteca de la ciudad de Jiangsu, China. (vía)

Fuente de libros en Xiamen, China. (vía)

Esta fuente en forma de libro se encuentra
en la plaza Egyetem, Budapest, Hungría. 
(vía)


Una original fuente de libros. Localización desconocida. (vía)



Fuente de la Biblioteca Pública, de Cincinnati, Ohio, Estados Unidos. (vía)



¿Has visto antes alguna de estas fuentes?

¿Cuál es la que más te gusta?



25 de septiembre de 2016

El avispón negro, de James Sallis


Título original: Black hornet
Traductora: Elena de Grau Aznar
Editorial: RBA
Género: Novela Negra
Páginas: 167
Publicado en 1994



Conflictos raciales 


El precario equilibrio en el que vive una gran mayoría de la comunidad afroamericana es el caldo de cultivo ideal para generar disturbios. Cada cierto tiempo vemos como estalla por los aires la convivencia. Aunque siempre suelen salir mal parados los mismos. Ser negro en los Estados Unidos no tiene que ser fácil, pero en muchas ocasiones gran parte de los problemas los generan los propios afroamericanos. Con eso no estoy queriendo decir que cuando el poli paleto de turno saca su pistola a pasear, y la descarga en un negro lleve razón. Mas bien todo lo contrario. Si una persona está desarmada, acribillarle es uno de los mayores crímenes que se puedan cometer, independientemente de si ha opuesto o no resistencia a la autoridad.

En el último año está siendo un clamor y lejos de solucionarse el conflicto cada día va a más. Hasta cuando va a durar, nadie lo sabe, pero si no se llega a algún tipo de acuerdo pronto todavía tiene que empeorar.



Resumen

Por qué os he contado todo ese rollo antes. Bueno, pues resulta que El avispón negro es un libro de mediados de los 90 y después de más de 20 años de andadura no puede estar más de actualidad. El tema principal que trata es el trasfondo social de una de las épocas más oscuras y violentas de los Estados Unidos. Igual que sucede ahora, los defensores de los derechos civiles ponían el grito en el cielo ante tanto atropello policial.

El protagonista es una especie de guardaespaldas, cobrador y detective aficionado que se ve envuelto en un crimen. Lew Griffin, que así es como se hace llamar nuestro prota, presencia el asesinato de una periodista a manos de un francotirador. Este tirador, lleva unos cuantos días matando a personas (principalmente blancos). Nadie sabe quien es y pese a que toda la policía de Nueva Orleans está tras sus pasos, de momento les ha dado esquinazo a todos y sigue actuando impunemente. Ahora, además de las autoridades, hay otra persona que quiere dar caza al asesino. Ese es Griffin que se toma el asunto como algo personal (la chica era una conocida) y está dispuesto a todo para acabar con el.



Sinopsis (de la editorial)

Los conflictos raciales están convirtiendo Nueva Orleans en una olla a presión. A las tensiones entre segregacionistas y defensores de los derechos civiles, se suma la aparición de un misterioso francotirador que ya ha abatido a cinco personas. Pero ha cometido un error: su última víctima, una periodista, era amiga de Lew Griffin, el más astuto investigador privado de toda Luisiana.



Opinión

La novela está bien y es bastante entretenida. Si acaso lo que no me acaba de gustar, que no se si será por el escritor (que sé que es blanco), es que no me acabo de creer al personaje. Me refiero a que cuando habla en los diálogos o narra un pasaje no diferencio de donde es. Diréis, joder, eso tendría que ser lo normal, pero ahora os explico a que me refiero. Resulta que uno de los escritores que más me gusta, Chester Himes, tiene unos cuantos libros en los que los protagonistas son dos polis negros. De los tres libros que he leído, dos tienen reseña en el blog. Son estos: Todos muertos y Un ciego con una pistola. Pues bien, esos mendas, que por cierto son la caña, utilizan todo el rato una jerga de barrio que los hace inconfundibles. Pero más allá de estos dos personajes, todos los negros que aparecen en las novelas de Himes son, por llamarlo de alguna manera, genuinos.

Una curiosidad es que el propio Chester Himes aparece en la novela como personaje. Durante una conferencia charla amistosamente con Griffin. Se nota que a James Sallis le gustaba este escritor, porque de alguna forma trata los mismos temas y le da un enfoque parecido al tema de los disturbios raciales.

Nota 

6 de 10


22 de septiembre de 2016

Dios salve al muchacho, de Robert B. Parker



Título original: God save the child
Traductor: V. M. García de Isusi
Editorial: RBA
Género: Novela Negra
Páginas: 217
Publicado en 1974


Resumen

Kevin es un muchacho de catorce años que lleva desaparecido unos días. Los padres del menor contratan a Spenser, que trabaja como detective privado, para que lo encuentre. Lo que en un principio parece una chiquillada o una fuga voluntaria, pronto se convierte en algo peor. A los pocos días llega una nota pidiendo un rescate por el chaval. Por suerte a los padres dinero no les falta, y pese a que la policía y el detective se niegan a pagar, los progenitores acaban imponiendo su voluntad. Cuando quedan con el secuestrador para la entrega del dinero. La policía y Spenser tienden una trampa para detener al extorsionador, pero todo sale de forma contraria a lo que habían preparado y el malo consigue huir con la pasta. La cara que se les queda de tontos es antológica. Una vez en casa de los padres, comprueban que el muchacho no aparece por ningún lado, y no han dado instrucciones de donde puede estar.

Mientras, Spenser empieza a investigar en los círculos más cercanos del adolescente. Así llega a la conclusión de que puede que la fuga haya sido voluntaria y lo suyo sea un secuestro fingido. Por lo que se ve, tiene un amigo culturista (un hombre ya adulto) que es un mal bicho que no veas. Y el caso es que todo se acaba de joder de lo lindo, cuando aparece muerto el abogado de la familia en casa de los padres.


Así comienza Dios salve al muchacho


Si te reclinabas bastante en la silla y estirabas el cuello como una cigüeña, podías ver el cielo desde la ventana de mi oficina, de un azul como el de la cerámica de Delft, sin nubes y tan brillante que parecía sólido. Era septiembre, el día después de la fiesta internacional de los trabajadores y probablemente en alguna parte el maíz estaba tan alto que se podría esconder un elefante en él. Hacia esa temperatura con la que un borrachín podría dormir en un portal sin pasar frió.

-Señor Spenser, ¿nos está prestando atención?
Volví la cabeza y miré a Roger y Margery Bartlett.
-Sí, señora -respondí-. Decía usted que nunca antes han tratado con un detective privado pero que se encuentran en una situación desesperada y que no creen que les quede otra vía. Casi todo el mundo que viene dice lo mismo.
-pues es la verdad -apostillo ella. 


Mi opinión

Es un libro incomodo. Con un lenguaje feo y faltón. La mujer, la madre del muchacho, es una zorrona desquiciada que está para que la encierren. El padre, es el calzonazos mayor del reino. Spenser, el detective, es una mezcla de listillo, con algún que otro toque misógino en el que tambien se advierte ínfulas de caballero medieval. Es una novela correcta, pero que adolece de falta de ritmo y de verosimilitud. La trama tampoco es que sea nada del otro jueves. La relación tormentosa de los padres del muchacho no puede ser más trasnochada y sobreactuada. Bueno, parece que estoy dejando más o menos claro que no me ha gustado. Siendo sincero creo que es el peor libro de lo que llevo de año, pero no es tan malo como para no terminarlo. De hecho, este año me he dejado 4 o 5 libros por la mitad (por malos, aburridos o lo que sea) y este me lo leí en tres ratos. De este autor no había leído nada y de momento lo voy a poner en la lista de los prescindibles. Pues bien, eso es todo. Si a mi que soy un enamorado de la novela negra americana no me ha dicho nada esta novela, si no eres muy fan del género ni te arrimes a este libro.


Spenser, detective privado

Existe una serie de televisión basada en las novelas del investigador Spenser de Robert B. Parker. La serie, producida por John Wilder en asociación con la Warner Bros. Television, se emitió a finales de los 80 y por lo que se ve tuvo buena acogida. En 1988 la serie llegó a España y se emitió por Tv2. Yo en esa época tenía 10 años y como que no recuerdo muy bien si llegue a ver algún capitulo. Os pongo la cabecera por si algún viejuno/a (entre los que me incluyo) se acuerda de haberla visto.









Mi nota 

5 sobre 10


20 de septiembre de 2016

Lo que es sagrado, de Dennis Lehane



Título original: Sacred
Traductor: Ramón de España
Editorial: RBA
Género: Novela Negra
Páginas: 368
Publicado en 1997




Resumen 

Hace unos meses que leí el libro del que vengo a hablaros hoy. Por dejadez no hice la reseña cuando tocaba y ahora no recuerdo demasiado bien en que consistía el meollo principal. Lo que si que recuerdo es que es la típica novela en la que nada es lo que parece en un principio y luego te llevas alguna que otra sorpresa de aúpa. La trama central va sobre la desaparición de la hija de un multimillonario. Este hombre, que está con un pie en el otro mundo porque se está muriendo, no escatima en gastos para localizar a su hija. De hecho, nuestros dos protagonistas, son los segundos detectives en llevar el caso. El primer detective que contrato el magnate, desapareció sin dejar rastro. Conforme avanza la investigación, Kenzie y Gennaro (los dos detectives protagonistas) ven que detrás de la desaparición de la rica heredera se esconde un complot de proporciones inimaginables.

Si te has quedado con ganas de saber más, aquí puedes leer la sinopsis de la contraportada.



Así comienza Lo que es sagrado


Un pequeño consejo: si alguna vez sigues a alguien por mi barrio, no vayáis de rosa.

El primer día que Angie y yo detectamos al gordo bajito que nos estaba siguiendo, el hombre llevaba una camisa rosa debajo de un traje gris y un chaquetón negro. El traje era cruzado, italiano, demasiado bonito para mi barrio. ¿Como cuánto de bonito? Pues como varios cientos de dólares por encima del presupuesto de mis vecinos. El chaquetón era de cachemir. Supongo que la gente de mi barrio se puede permitir el cachemir, pero prefieren invertir ese dinero en cinta aislante para enganchar el tubo de escape a sus Chevys del 82, por lo que apenas si les queda lo suficiente para financiarse unas vacaciones en las Seychelles. 

El segundo día, el gordo bajito sustituyó la camisa rosa por una blanca más discreta y se deshizo del cachemir y del traje italiano, pero seguía dando el cante, cual Michael Jackson en un centro de día, gracias al sombrero que lucía. Nadie de mi barrio —ni de ninguno de los vecindarios de Boston que yo conozca— lleva en la cabeza nada que no sea una gorra de béisbol o un gorrito de lana. Y nuestro amigo el Fardón, pues así lo habíamos bautizado, llevaba un bombín.  


Opinión

Es el segundo libro que leo de Dennis Lehane y si cae en mis manos algún otro titulo de este autor creo que también me lo leeré. La novela te la lees en dos ratos y te deja un buen sabor de boca. Se nota que el autor es todo un experto director de orquesta y sabe cuando tocar la tecla para pausar la acción o por el contrario imprimirle un ritmo endiablado a la narración y los diálogos. La verdad es que la novela para tener casi 20 años no ha envejecido mal, casi me atrevería a decir que los libros de Lehane mejoran con los años y eso si que es una virtud cojonuda. El mayor defecto que tiene el libro, como ya comenté en Abrázame, oscuridad es que no acabo de creerme a los personajes. No es que los protagonistas sean planos o irrelevantes, es que es más lo que cuenta que los personajes. Es una novela más enfocada para el publico americano. Aunque si te gusta la novela negra estadounidense seguro que también te hará tilín. Resumiendo: en términos generales una novela que la disfrutaras mucho.



Libros protagonizados por Kenzie y Gennaro


Un trago antes de la
 guerra (1994) 
Abrázame, oscuridad 
(1996)

Lo que es sagrado 
(1997)
Desapareció una noche
(1998)
Plegarias en la noche 
(1999)
La última causa perdida
(2010)




Nota 

7 sobre 10



3 de septiembre de 2016

10 Novelas sobre atentados terroristas





El terrorismo lejos de ser un fenómeno reciente lleva más de 200 años golpeando con una violencia inusitada a infinidad de países en los cinco continentes . Investigando un poco por la red, pude comprobar como desde el siglo XIX ya se cometían actos de terrorismo. Muchos de los primeros atentados terroristas fueron obra de las milicias estadounidenses, de los fenianos (nacionalistas irlandeses) y de los anarquistas franceses. En el siglo XX las acciones armadas y sabotajes han sido tantos que si me pongo a enumerarlos no acabaría nunca, pero si tenéis curiosidad aquí podéis ver una lista a nivel mundial con más de 200 atentados. En nuestro siglo actual, algunas organizaciones armadas o bandas terroristas, han depuesto las armas o han cesado casi definitivamente la lucha armada. Sirva como ejemplo el fin del IRA o de ETA, y el más que probable fin de las FARC. Sin embargo surgen nuevas amenazas como es el caso del terrorismo islámico, que aunque lleva atentando desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, parece que es en estos momentos es cuando se ha vuelto más letal y sanguinario.

Uno de los últimos libros que he leído este año, La lista, trata sobre un terrorista islámico que difunde a través de Internet sermones en los que llama a atentar contra occidente. A raíz de leer esta novela, pensé en elaborar una lista con una cuantas novelas en las que el terrorismo fuera el eje principal de la trama. La selección de novelas es la siguiente:

  





La lista, de de Frederick Forsyth. 

En el norte de Virginia se encuentra la sede de la TOSA, una unidad gubernamental de actividades de soporte para operaciones técnicas. Bajo este nombre tan poco preciso se esconde su verdadera y única misión: identificar, localizar y destruir a quienes representan una amenaza para Estados Unidos. Los nombres de todos ellos se apuntan en una lista aprobada por el presidente y conocida como: la lista de los asesinables. Esta organización existe. La lista, también. Un día se añade un nombre nuevo: el Predicador. Nadie conoce quién se oculta tras el apelativo. Solo se sabe que es el responsable de diecisiete asesinatos y que utiliza internet para radicalizar a jóvenes islámicos y que sigan así sus instrucciones de asesinar. Pero acaba de cometer un gran error: su última víctima es un general jubilado de los marines y el padre del Rastreador, miembro destacado de la TOSA. Con un dominio perfecto del árabe, el Rastreador lleva seis años dedicado a eliminar a los altos mandos de Al Qaeda.




El hombre del salto, de Don Delillo.

Keith Neudecker emerge de una nube de humo y, cubierto de cenizas y cristales rotos, deambula confuso por las calles de Manhattan hasta llegar a la casa de su ex mujer y su hijo. Es el 11 de septiembre de 2001. El mundo ha cambiado para siempre. El hombre del salto es una novela que sobrecoge, hipnotiza. Don DeLillo cuenta cómo la devastación afecta las vidas de una pequeño grupo de personas entre los que se encuentra la familia de Keith, pero también abre una ventana a la paradójica normalidad con que uno de los terroristas, Hammad, se prepara para el martirio.








La hora azul, de Alonso Cueto.


El doctor Adrián Ormache es un próspero abogado de Lima. Tiene un buen sueldo, un trabajo estable y una familia encantadora. Su infancia también ha transcurrido sin problemas. Adrián apenas ha visto a su padre, de cuyas hazañas como oficial de la marina ha oído hablar. Tras su fallecimiento, descubre que su padre estuvo a cargo de un cuartel durante la guerra de Sendero Luminoso. Gracias a ex subordinados suyos, se entera de que ordenaba las sesiones de tortura y mandaba violar y ejecutar a las prisioneras. Pero en una ocasión su padre le perdonó la vida a una de ellas, que luego se escapó del cuartel. A pesar de las advertencias y amenazas, Adrián se propone conocerla. Este libro está basado en una historia real y los datos que se ofrecen de la guerra civil de Sendero Luminoso están rigurosamente documentados.




Lituma en los andes, de Mario Vargas Llosa.

En un campamento minero de las montañas de Perú, el cabo Lituma y su adjunto Tomás viven bajo la constante amenaza de los guerrilleros maoístas de Sendero Luminoso, y debatiéndose con misterios sin aclarar, como ciertas desapariciones inexplicables. Está también la historia íntima de estos personajes, sobre todo la de un antiguo amor de Tomás.













Lectura insólita de El Capital, de Raúl Guerra Garrido.

Situada en el ficticio pueblo de Eibain, la acción gira en torno al secuestro de un industrial y empresario vasco, Lizarraga, durante una prolongada huelga que mantienen los obreros de su factoría. Éste, en su aislamiento, mata las horas sumergiéndose en la lectura del único libro que le han dejado sus captores, una edición abreviada de El Capital de Karl Marx, y reflexiona sobre su pasado y sobre la inseguridad que su situación de amenaza y prisión le provoca. En capítulos alternos, alguien investiga la vida de Lizarraga. De los testimonios de los que le han conocido –amigos, enemigos, familiares y obreros– resulta el retrato de un hombre cuyas cualidades se ven ensombrecidas por los abusos y un paternalismo dictatorial.







El corrector, de Ricardo Menéndez Salmón.

El jueves 11 de marzo de 2004 la vida de España cambió sin remedio. Esta novela narra cómo vivió aquella terrible jornada y cómo la reconstruyó más tarde un corrector, alguien que, obligado a enmendar los errores ajenos, se tropezó aquel día con una errata imborrable escrita sobre el libro de la realidad. Concebido como el testimonio de un ciudadano corriente, pero sobre todo como una confesión a los seres que amamos, El corrector es un homenaje a quienes nos permiten mantener la cordura en tiempos oscuros y una emocionante novela acerca del poder de las distintas formas del amor -la amistad, la paternidad, la sexualidad- como recinto contra las inclemencias de la vida y contra las mentiras del poder. De este modo, si La ofensa indagaba en la Segunda Guerra Mundial como escenario de la historia leída e interpretada y Derrumbe se interrogaba a propósito de nuestros miedos a través de la historia presentida o imaginada, El corrector se acerca sin rodeos, desde el implacable yo del narrador, a la historia vivida y protagonizada en primera persona, culminando una serie del mal en nuestro tiempo que ha convertido a su autor, Ricardo Menéndez Salmón, en un nombre indiscutible dentro de la mejor narrativa contemporánea española. La novela está protagonizada por una familia joven de hoy, de cualquier ciudad, y se inserta en un contexto que ya forma parte del imaginario colectivo.


El caso Moro, de Leonardo Sciascia.

En marzo de 1978, las Brigadas Rojas secuestraron al político democristiano Aldo Moro y, en mayo de ese mismo año, lo asesinaron. Leonardo Sciascia, por entonces diputado del Partido Radical, participó en la comisión parlamentaria que investigó los hechos, y, en agosto de 1978, «en caliente» escribió El caso Moro. Mientras que políticos y periodistas afirmaban, cobardemente, que las cartas escritas por Moro desde el cautiverio eran obra de un loco o fruto de la coacción, Sciascia las interpretó con rigor y perspicacia. A partir de unas palabras de su amigo Pasolini, para quien Moro era el «menos implicado» de los políticos italianos, Sciascia aborda la lectura de las cartas tomando como guía el relato borgiano Pierre Menard, autor del «Quijote» y, a imitación de Auguste Dupin, el investigador creado por Poe, trata de identificarse con los protagonistas: Moro y las Brigadas. Al hilo de las cartas, reconstruye una trama de pensamientos y hechos que es, hasta el momento, lo que mejor permite comprender ese terrible episodio de la historia italiana



Los Fantasmas de Belfast, Stuart Neville.

Gerry Fegan, antiguo pistolero del IRA, pasó doce años en la cárcel por sus crímenes. Ahora, cuando la paz y la prosperidad se han establecido en Irlanda del Norte, Gerry es un borracho que intenta ahogar en whisky la visión de las doce personas a las que asesinó en su momento. Hasta que, una noche, uno de los espectros le propone un pacto terrible: ellos lo dejarán en paz si Gerry se encarga de ajustar sus cuentas pendientes en el mundo de los vivos. Como resultado, el político republicano Michael McKenna acaba con una bala en la cabeza. Gerry se había prometido no volver a matar. Pero eliminar a sus viejos compañeros de armas parece ser el único camino para que los fantasmas lo dejen por fin tranquilo. Desgraciadamente, el Gobierno británico no ve con buenos ojos que la sangre vuelva a correr por tierras norirlandesas. Y el agente secreto David Campbell será el encargado de emprender una caza del hombre que de paso le permita saldar ciertas cuentas pendientes.


Trinidad, de León Uris.

Desde la Gran Hambre de 1840 hasta el Levantamiento de la Pascua de 1916, tres familias —los Larkin de Donegal, los Hubble, condes de Foyle, y los MacLeod de Belfast— forman, a lo largo de cuatro generaciones, la TRINIDAD que Leon Uris utiliza como símbolo del pasado, del presente y también del futuro de Irlanda. Protestantes y católicos, terratenientes y «gentes de ciudad» son, en la verde Erin, como agua y aceite: nadie, hasta ahora, ha podido mezclarlos, y quizá nadie podrá lograrlo nunca. Una bella tierra y unas gentes orgullosas están desangrándose a las puertas de Europa, y la tragedia dura desde hace ya siglos.








Underground, de Haruki Murakami.

Una estremecedora crónica de la fragilidad de la sociedad actual. Pese a las intenciones de quienes lo perpetraron, el ataque con gas sarín que se produjo en el metro de Tokio en marzo de 1995 sólo se cobró once vidas. Sin embargo, miles de personas resultaron heridas y muchas otras sufrieron sus consecuencias y secuelas. El novelista Haruki Murakami entrevista a las víctimas, a los que vivieron y sufrieron en propia piel el atentado, para establecer con precisión qué ocurrió ese día en las distintas líneas de metro afectadas. También para desentrañar la verdadera historia que se ocultaba bajo un acto terrorista que convirtió una anodina mañana de lunes en una tragedia nacional. Pero, sobre todo, para contestar a una pregunta primordial: ¿por qué? ¿Por qué la violencia terrorista, o cualquier violencia? ¿Y por qué en ese momento y lugar concretos? Como contrapunto, Murakami nos ofrece los testimonios de los miembros de la secta que participaron en aquel ataque y sus posibles motivos.