5 de diciembre de 2013

Cierre por crisis




Me quedo aquí, mirando el que antiguamente era mi bar, el que tuve que acabar cerrando mientras los ricos son cada vez más ricos, y nosotros cada vez nos hundimos más. No puedo evitar sentir el frío hiriente de las lágrimas en mis ojos cuando paso por delante y veo el cartel de “SE TRASPASA”.
Mi vida se construyó en ese local, lo abrimos mi esposa y yo recién casados. Nuestros hijos crecieron entre los clientes que les daban carantoñas y les regalaban caramelos. He sido testigo de los momentos más alegres y los más trágicos. Relaciones que empezaban llenas de ilusión, parejas que se acariciaban con los ojos. He presenciado roturas, sorprendiendo lágrimas de tristeza y marchándome de las mesas con la indiscreción abrazada a mi espalda. He celebrado victorias futbolísticas cantando y rumiado la frustración ante noticias de catástrofes y atentados. He sido el paño de lágrimas ante una copa de vino y he tenido que intervenir en miles de peleas. He sido parte del pulso de la vida en este barrio y ahora me han apartado de un manotazo. No sé vivir de otra manera, no sé qué hacer con mi tiempo, con mis noches. Nadie quiere ya contratar a un cincuentón que se ha dedicado a servir con alegría las sobremesas diarias. Tenía que haberlo visto venir, primero fueron las quejas, el alcohol consumido para ahogar las penas, las empresas que despedían personal, que cerraban, los bolsillos que se vaciaban y que no podían permitirse un lujo como la distracción.
Aquí estoy, mirándolo como cada día desde un banco, viviendo de mis recuerdos y esperando mi ocaso. “Una monedita por favor” me pide un muchacho andrajoso.-”Anda toma y vete, es la última que me queda en mi famélico bolsillo”.



Cierre por crisis
es un relato de Patricia Mariño.

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5 comentarios :

  1. Qué duro y triste y por desgracia qué real para mucha gente en este país. Es un desastre todo lo que está ocurriendo y lo peor es la impotencia de ver lo que hacen los politicuchos que nos gobiernan que sólo piensan en llenarse los bolsillos aunque vean morir de hambre a los ciudadanos.
    Besos!

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  2. la realidad escrita; lo que vemos todos los días y nos pasa desapercibido y lo que no queremos ver; lo que nos pasa y lo que les pasa a otros. NO reconozco a este país; sólo me falta salir a la calle y ver que la gente habla otro idioma para sentirme aún más extranjera.

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  3. Gran relato, tan crudo como la realidad que describe.
    ¡Saludos!

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  4. Muchas gracias por vuestros comentarios, me alegra ver que os pasáis a dar vuestras opiniones :)

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  5. Es el pan de cada día en muchos países. Es una pena que siga sucediendo esto.
    Magnifico relato y muy bien retratada la cruda realidad.

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